Alicia G. San Gabino

Sobre una tablero de madera, creo una escultura de bajo relieve. Este volumen se realiza con la técnica del cartón fallero, celulosa pura. La temática busca mostrar partes del cuerpo humano, básicamente de la mujer, en posiciones íntimas.

Cuando la forma está dada y pulida trabajo como una sastre haciéndole un traje a medida con la tela de lienzo, en algodón puro, corto patrones, hago pinzas... creó una traje exacto de esta escultura y lo ajusto encima del volumen. Ahora es el momento de jugar con los tejidos de forma libre e insinuante.

Una vez todo este montaje está definido aplico lo que se llama “aparejo tradicional” es un liquido que dará a la superficie el grado óptimo de absorbencia para aplicar

después la pintura, hecho al modo antiguo, cuando no existían los productos químicos actuales.

La pintura se ejecuta con la técnica de la encáustica: cera de abeja hundida y mezclada con resina de Damar y esencia de Trementina pura, ambos provenientes del pino, y pigmentos de origen natural.

Con estos materiales ya preparados, aplico con una pistola de calor y muñequilla (pequeño pompón de tela), los pigmentos. Juego con el calor, fundo, disuelvo, creo texturas que aparecen y desaparecen gracias a ese calor que funde o

resalta los colores.

Busco trabajar de un modo natural, respetando la naturaleza, aliándome a ella.

Todos los materiales son no contaminantes, aunque busco un final abstracto, en el alma del cuadro hay mujeres en su naturaleza desnuda y sin artificios.

Las proporciones de los lienzos buscan ese equilibrio y por ello la sección áurea es una constante en los tamaños.

El trabajo aplicado en el lienzo busca texturar un interior sencillo y natural que quiere vivir en armonía con la vida y el planeta.
No pretende más que acompañar en el camino a quienes disfruten de su compañía.